Ese puente
por donde vas
tiene un dueño celoso.
Bajo el
pasaron y pasaran
muchas
cosas entredichas,
como tus
perdidas ambiciones.
El
vehiculo donde viajas
tiene un
conductor inmutable.
Las pasadas
luces del camino
son ley
bajo una espada.
Muchos chocan
con su destino.
No pasará sin falta
ni un
segundo extra,
ni algún
gesto escondido
bajo caprichos egocentristas.
Aún buscas
señales en tu ombligo?
El dueño
del artificio
cobrará el pago impuesto incluido
en líneas directas a la interrogación.
Donde
dejaste tu corazón pasajero?
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